Sobre la falta de imparcialidad ante el conflicto socioambiental generado por el proyecto de minería de tierras raras en la provincia de Ciudad Real

Articulo de: Plataforma Si a la Tierra Viva
Desde Sí a la Tierra Viva consideramos que el artículo publicado el pasado 11 de abril en El Debate titulado «Los ecologistas de las tierras raras que persiguen a los geólogos que se oponen a sus tesis» presenta una imagen distorsionada de la realidad y de las acciones llevadas a cabo desde este esta asociación.
El texto se enmarca en la interminable retahíla de ataques que su autor, Mario de las Heras Cabeza, lleva ejerciendo desde hace meses contra la Plataforma Sí a la Tierra Viva en una actitud que no es tolerable desde ningún punto de vista y que consideramos en absoluto representa el sentir del resto de redactores/as de la publicación, más teniendo en cuenta que la relación del colectivo con los demás medios locales, provinciales y regionales ha sido y es excelente a día de hoy a todos los niveles.
Por una parte, hay que volver a recordar que, entre otras muchas profesiones, quienes integran la plataforma son productores agrarios, y que el término «ecologistas», que De las Heras utiliza con un desdén propio de su extremismo mental significa, según el diccionario de la Real Academia Española, toda aquella persona partidaria del «ecologismo», corriente social que no es otra cosa que una «doctrina que propugna la defensa de la naturaleza y la preservación del medio ambiente».
Teniendo en cuenta este punto hay que tratar como un auténtico honor que nos traten de «ecologistas», si bien sabemos que Mario de las Heras no lo expresa en el sentido original del término, sino con el objetivo de etiquetar al colectivo y enfocar el ataque de quienes se oponen a este tipo de planteamientos en defensa del territorio.
No obstante, este comportamiento del redactor no es aceptable por más que se lleve a cabo. Por eso rechazamos categóricamente la acusación de «perseguir» a geólogos por el mero hecho de discrepar con nuestras posturas. Porque nuestra labor no se fundamente en atacar opiniones científicas divergentes, sino en velar desde el ámbito de la ciudanía por el cumplimiento estricto de la legalidad vigente en materia ambiental y minera, y denunciar actuaciones que consideramos perjudiciales para nuestro territorio y contrarias a la normativa vigente.
La narrativa que su artículo intenta construir, presentando un supuesto enfrentamiento entre «ecologistas» y «geólogos» basado en diferencias de «tesis», es una simplificación falaz que oculta la verdadera naturaleza de los hechos que hemos venido denunciando. No se trata de un debate académico, sino de la constatación de presuntas irregularidades administrativas y legales muy graves.
En este sentido debemos recordar, tal y como hemos informado puntualmente y como consta de manera textual en el atestado, que fue el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil quien acusó formalmente y por escrito a la mercantil Quantum Minería y a su geólogo de realizar actividades de exploración en busca de tierras raras sin contar con la preceptiva licencia en la provincia de Ciudad Real.
Esta actuación de la autoridad competente, que data del pasado mes de diciembre, evidencia que el núcleo del asunto no reside en una discrepancia sobre el potencial minero de la zona o sobre metodologías geológicas, sino en la presunta comisión de una infracción al operar al margen de los permisos requeridos por la Ley de Minas y la normativa ambiental aplicable.
La gravedad de estos hechos se ve refrendada por la exposición de Quantum Minería a un expediente sancionador que podría acarrear multas de hasta 300.000 euros, tal y como ha advertido la propia Junta de Castilla-La Mancha. Esto subraya que estamos ante un asunto de incumplimiento legal, no de persecución ideológica.
Por este motivo en este punto es fundamental aclarar la situación específica del geólogo Enrique Burkhalter Thiebaut, ya que, lejos de ser objeto de una «persecución» por parte de nadie, fue la propia Guardia Civil quien lo identificó y denunció, entre otros, como presunto responsable, en representación de Quantum Minería, de las mencionadas actividades de búsqueda de tierras raras sin la debida autorización administrativa. Y así consta en la denuncia, a la que Sí a la Tierra Viva ha tenido acceso al estar personada en el caso.
En España, desde 2010, el Código Penal (artículo 31 bis) establece que las personas jurídicas, como empresas, y las personas físicas, como empleados o representantes, pueden ser penalmente responsables. Esto incluye delitos contra el medio ambiente, regulados en los artículos 325 a 331 del Código Penal, que abarcan actividades como la minería ilegal. La Ley 26/2007 de responsabilidad medioambiental refuerza esta protección, permitiendo sanciones por daños al entorno natural.
La denuncia efectuada por la Guardia Civil refleja que practicadas gestiones por los agentes del SEPRONA «se averigua que la empresa propietaria de la parcela, Quantum Minería S.L., no presentó las correspondientes autorizaciones para realizar la actividad extractiva de tierra en ese lugar, siendo ilegales los trabajos realizados dentro de la parcela 130 del polígono 21 del término municipal de Torrenueva (Ciudad Real), y que «la empresa Quantum Minería S.L. ha realizado estas labores «para comprobar la existencia de monacita gris (mineral fosfato) la principal mena de tierras raras, compuesta de neodimio, entre otros componentes» habiéndose llevado a cabo en una superficie aproximada de unos 3.700 metros cuadrados de extensión hasta el momento de ser paralizados los trabajos.
Por tanto, cualquier referencia a acciones dirigidas contra este geólogo debe enmarcarse correctamente: no son iniciativas de la Plataforma Sí a la Tierra Viva basadas en sus opiniones, sino consecuencias derivadas de una denuncia oficial interpuesta por la autoridad competente (SEPRONA) por presuntas actividades ilegales llevadas a cabo por la empresa que representaba en ese momento.
La labor de la Plataforma Sí a la Tierra Viva se ha limitado a hacerse eco de estas actuaciones oficiales y a exigir transparencia y responsabilidades ante hechos que consideramos inaceptables. Presentar esto como una «persecución» contra geólogos por sus «tesis» es una tergiversación malintencionada que sólo busca desacreditar a quienes defendemos el territorio y, ante todo, la legalidad.
Desde este punto de vista, y no otro, es desde el que Sí a la Tierra Viva considera que la participación de un individuo como el geólogo Erique Burkhalter en una jornada divulgativa como la celebrada en la Universidad de Castilla-La Mancha para defender su proyecto es un acto de irresponsabilidad. Y las mismas circunstancias se aplican al representante de Cobre las Cruces, empresa que en Andalucía acumula denuncias de la Fiscalía y sanciones por su mala praxis.
En este sentido es en el que esta asociación considera que la UCLM, como institución educativa, tiene el deber de promover valores éticos, no de dar espacio a empresas con antecedentes de haber cometido irregularidades administrativas y ambientales porque de este modo se está enviando un mensaje equivocado tanto a estudiantes como al público en general, lo que contradice los principios de responsabilidad ética y social que debería guiar las acciones de la institución universitaria.
Por ese motivo, finalmente, no queda otra opción que instar a Mario de Las Heras Cabeza a aplicar un mayor rigor periodístico al tratar informaciones relacionadas con conflictos socioambientales, contrastando debidamente las fuentes y evitando titulares sensacionalistas que cuyo único objetivo es distorsionar la realidad y crear respuestas emocionales contrarias a organizaciones que, si bien no son de su gusto, trabajan en pro del interés general, las actividades económicas tradicionales y la protección del patrimonio natural frente a un proyecto anteriormente cancelado a nivel administrativo por la Junta de Comunidades por inviabilidad técnica y ambiental y ratificado en sus motivos por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha.